No puedo creerlo, viene hacía aquí. ¿Qué quiere? ¿Qué hace?
- Hola pequeña.
- Hola.
- ¿Qué haces aquí sólita?
- Mirar las estrellas... hace una noche preciosa...
- Sí, eso ya lo veo, pero ¿por qué no estás bailando en la fiesta con los demás?
- Bueno... la verdad es que no tengo pareja así que no tengo con quien bailar.
- No hace falta pareja...
- Lo sé.
Se ha sentado a mi lado, dios mio... otra vez no. Últimamente cada vez que se me acerca mi me da la sensación oirá mis latidos acelerados. Tranquilo corazón, despacio...
- ¿Puedo sentarme contigo no?
- Sí, claro...
Pupumpupumpumpumpupum... corazón para, tranquilo. Es solo un amigo, un gran amigo, el amigo más guapo del mundo... ¡dios! A quien quiero engañar, yo no le quiero como a un amigo.
- Tenías razón, hace una noche preciosa, me encantan las estrellas... - Me ha sonreído, me acaba de sonreír, madre mía... corazón tranquilo, para...
- Y... ¿se puede saber por que has venido sola a la fiesta y luego te has apartado?
- No sé, supongo que no debería de haber venido. Es una mala idea venir sola, la gente viene con sus parejas y amigos y yo no tengo con quien bailar ni charlar... aunque no me importa aquí estoy bien.
- Bueno... yo he venido acompañado y ahora mismo tampoco tengo con quien bailar ni charlar.
Otra vez, me va a dar algo... ojalá pudiera abrazarle, besarle... ojalá.
- ¿Y eso?
- Supongo que a mi pareja solo le interesaba venir conmigo para poner celoso a otro chico, y lo ha conseguido. Ahora me he quedado yo solo, pero me da igual, al final estoy bien acompañado.
¿Se refiere a mí? ¿A mí? Joder...
- Esto... ee... verás... yo...
- ¿Pasa algo pequeña?
- No, es que... bueno... joder... ¡mierda! Lo siento, soy incapaz. No puedo... no me atrevo. Olvídalo.
¿Qué coño estoy diciendo? Cállate, cállate, maldita imbécil.
- Tranquila, ¿quieres decirme algo? Dímelo, no te preocupes. ¡Adelante!
Allá voy, venga enserio, dilo estúpida, ¡dile que le quieres!
- Te quiero.
- ¿Me quieres? Ya lo sé boba, yo también.
- No... no te quiero así, verás yo... te quiero.
- Oh, ya entiendo... ¿me quieres? Pues yo también.
- No, no te refieres a lo mismo, tú me quieres como a una gran amiga. Yo a ti... te quiero.
- Ya, lo he entendido pequeña. Y sí, yo también te quiero.
Oh dios mio... ¿¡me quiere!? Pero... uups... me ha besado, nos estamos besando, me ha besado... ¡me ha besado! Le estoy besando. Sus labios saben a la última copa que se a tomado. Es perfecto. Le quiero, y me quiere. Me besa y le beso. ¿Qué pasa ahora? ¿Por qué se aparta?
- ¿Desde cuando me quieres así?
- No lo sé, un día me di cuenta de que estaba enamorada de ti... siento no haberme atrevido a decírtelo antes.
- Da igual, es perfecto. Tenía que ser así. Tenía que pasar hoy, aquí, bajo las estrellas, lejos de los demás, cerca de la orilla... tenía que ser así.
ÉL.
es muy bonito
ResponderEliminarestas cosas hacen la vida mas bonita
un beso grande :)
Gracias, la verdad es que tienes razón. :)
ResponderEliminarUn beso!
aaay que bonito que pasara asi *.*
ResponderEliminarTe siigo,que me encanta tu blog :)
:) Gracias por seguirme!
ResponderEliminardios me encanta¡
ResponderEliminarme siento MUY identificada, menos con lo del final...
está genial, adoro cómo escribes :]
:) Muchísimas gracias!
ResponderEliminar¿Quien no sueña con algo asi? Momentos que vienen de la nada, que surgen asi, sin más, y que marcan toda una vida, porque no se olvidan...
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