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26 de febrero de 2012

Ojalá.

Tengo miedo, miedo a que nunca me salgan las cosas bien, a quedar como una idiota y a que esté destinada a perder. Y a veces pienso que no me da la gana...  que alguna vez me tocará ganar a mi, que no quiero estar toda mi vida escondiendo mis sentimientos detrás de ese miedo. Pero otra veces pienso, ¿y si tiene que ser así? A lo mejor no puedo hacer nada, a lo mejor he nacido para quedarme de brazos cruzados mirando las estrellas. Pero... ¿qué burrada es esa? ¿De verdad es posible que alguien haya nacido para rendirse? No, no lo creo, y no quiero asumirlo. Es muy posible que haya mil cosas que no se puedan conseguir, que haya mil cosas que haya que dejar pasar pero, supongo, que no hay que rendirse nunca. Por eso de que si luchas puedes ganar, pero si no lo haces ya has perdido, por eso de que no existen las cosas imposibles. Todos los creemos eso alguna vez, y es fácil decirlo, es fácil sonreír y dejar claro que no hay que rendirse, pero lo complicado viene cuando toca luchar. Ahora es cuando toca ver quien realmente es valiente. ¿Sabes? Nunca me consideré una persona valiente. Pero puedo comprar valor vendiendo mi miedo en algún callejón oscuro de mí. ¿Eso se puede hacer? Ojalá. 


*(Creo que esa palabra podría describir mi estado de ánimo a la perfección, ojalá pudiera... ojalá fuera capaz... ojalá...)