- Hola.
- Hola...
- ¿Podemos hablar?
- No es el momento, no quiero hablar contigo... déjame sola por favor.
- Eh... no, déjame por lo menos decirte lo que he venido a decirte.
- Esta bien... ¿qué querías decirme?
- Verás yo siempre he sido de los tíos que no tienen miedo a nada ¿sabes? Cuando era pequeño mi padre me enseñó que si quieres algo tienes que perseguirlo, y llevo haciendo eso toda mi vida, nadie me creía capaz de ganar aquella carrera pero la gané porque me estuve entrenando día y noche. Yo fui el primero de mi generación en tirarme por el puente al lago, joder, nunca he necesitado el empujón de nadie y, sobre todo, nunca he necesitado consejos, no he seguido normas ni leyes, siempre he ido a mi aire y nunca he necesitado nada más que mi puta cabezonería y mi valentía. Hasta que llegaste tú... tú lo has cambiado todo.
- ¿A donde quieres llegar?
- Que ahora tengo miedo, mucho miedo. He necesitado 2 años para ser capaz de decirte esto, llevo 2 días decidiendo como te lo iba a decir, ahora te necesito a ti y... joder, nunca creí que esto sería tan difícil eh. Le he tenido que pedir consejo a mi padre... ¿sabes lo que eso significa? Tengo 27 años y es la primera vez en toda mi vida que le pido consejo a mi padre, y encima sobre el amor... increíble.
- ¿Quieres decirlo ya?
- Sí, perdón... yo... te quiero.
- Genial, y ahora bésame anda.