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2 de febrero de 2013



Puedes pasarte días, semanas, meses o incluso años planeando un momento de tu vida, pensando en como quieres que pase algo y pensando que si lo organizas bien será así. Puedes planear cada segundo para que todo salga a la perfección pero al final en el momento justo las cosas saldrán como tengan que salir, y es muy probable que nada salga como querías. Pueden salir peor, o mejor. Porque la vida es un montón de instantes en los que puede pasar cualquier cosa. Querías llevar ese vestido a la fiesta pero en el último momento se enganchó en una puerta y se hizo una raja, y entonces... por ese pequeño detalle las cosas ya no son como tú habías planeado. Y el mundo funciona así, no podemos controlarlo, nuestras vidas se cruzan con otras vidas y hacen todo más complicado y... más sorprendente