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13 de febrero de 2011

Motivos para sonreír.

Quita esa cara y sonríe. Sé que ahora te parecerá que no hay ningún motivo para hacerlo, pero eso es imposible. Busca bien en tu interior porque siempre hay un motivo para sonreír y por muy pequeño que sea ese motivo tienes que sonreír. Piénsalo, el mayor motivo es vivir. Tú vives, sonríe. Por seguir aquí, sola o acompañada pero tienes la oportunidad de seguir adelante, no todos la tienen... así que, sonríe. Si ese motivo no te sirve piensa en los momentos felices de tu vida, pueden haber sido muchos, o pocos pero estoy segura de que  ha habido momentos felices en tu vida. Alguna fiesta, algún cumpleaños, navidad, hacer amigos en la guardería, el primer amor, la familia... busca bien en tu interior. Puede que no hayas tenido buenos días últimamente, pero habrás tenido algún día feliz, maravilloso, inolvidable. Sonríe. Aunque te parezca que nada tiene solución, aunque te parezca que no merece la pena, sonríe. Porque todavía en este mundo no existe nada imposible que no se pueda solucionar con una hermosa sonrisa, felicidad, esperanza y fe. 


Sonríe, amigo, merece la pena ser feliz.