Páginas

15 de agosto de 2012

Hola.

- ¡Bonita!
- Hola...
- ¿Qué te pasa? Tienes cara triste... ¿has estado llorando?
- No... no...
- Cariño, tienes los ojos rojos... sé que has estado llorando. 
- ¿Qué estamos haciendo?
- ¿A que te refieres?
- No lo sé... ¿eres feliz?
- Muchísimo. ¿Y tú?
- Pues yo no.
- ¿No?
- Estoy harta de que hagamos como que todo es perfecto, no, no soy feliz porque no nos queremos. Esto es un absurdo capricho. Los dos sabemos que la relación que tenemos es una desesperada idea para quitarnos a alguien de la cabeza...
- Yo...
- Sí, sé que estás locamente enamorado de ella todavía, y sé que no conseguirás nunca sacártela de la cabeza e intentas mantener tu corazón distraído... pero no me utilices a mi para eso, por favor. 
- No... no te he utilizado...
- Si lo haces, y yo también. Sólo necesitaba olvidarme de todo lo que sufrí... y lo sabes bien... 
- Sí... yo también sufrí con eso... era mi mejor amigo...
- Lo sé, pero no le importó mucho cuando se largo a vivir al otro lado del mundo... dejándonos aquí...
- Creo... creo que tienes razón.
- Claro que tengo razón, eres un gran chico y te aprecio mucho como amigo. Pero todo esto que hemos montado es absurdo, no necesitamos montarnos estas películas tontas para ser felices...
- ¿Sabes lo que deberías hacer?
- ¿Qué?
- Coger el primer billete de avión hasta Los Ángeles y explicarle que le quieres.
- Han pasado casi dos años...
- Pero él nunca te olvidará, es imposible olvidar a alguien como tú.
- Gracias...
- Sólo quiero que seas feliz.

No tengo ninguna escusa o razón para haber estado tanto tiempo sin escribir, puede que fuera falta de imaginación, de tiempo o de ganas, aunque también puede que dejase de tener algo por lo que escribir. Tampoco hay ninguna razón especial por la que me haya puesto a escribir precisamente hoy después de tanto tiempo, solo ha surgido así. Llevo días encerrada en casa sin cosas interesantes que hacer, y así de la nada he abierto mi portátil y me he puesto a teclear, he escrito millones de textos nuevos, porque todos los que tenía en el ordenador murieron junto a mi disco duro hace un tiempo, tal vez por eso dejé de escribir.. por que se me borró todo, no lo sé. El caso es que he vuelto, con todas esas gilipolleces que os gustan o os disgustan, tampoco tengo muy claro por que sigo haciendo esto, no sé si realmente a alguien le interesan las cosas que pasan por mi cabeza, pero me desahogo y empiezo a ser realmente yo misma, aunque suene a idiotez. Y ahí os dejo, uno de los textos que he escrito esta tarde. Disfrutadlo, y perdonar mi abandono.