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2 de enero de 2014





Para mí no sirve eso de 'año nuevo, vida nueva', en realidad nunca es así. Y tampoco creo en los propósitos que nos hacemos -ni si quiera llegamos a cumplir la mayoría de ellos-. Pero lo más triste es lo de necesitar que se acabe un año y empiece otro para esas cosas. Podéis decidir cambiar de vida, o dejar de fumar, o encontrar un trabajo mejor o sea lo que sea lo que queráis cualquier día del año, no hay que olvidarse de eso. Habría que ponerse nostálgico y pensar en el 2013, en todos los momentos vividos porque en realidad es un año más de nuestras vidas -o un año menos, según se mire- en el que han pasado muchísimas cosas, pero no tiene sentido ponerse ahora a hablar de los buenos y malos momentos del año porque eso ya son recuerdos, los recuerdos estarán ahí para cuando los necesite o para cuando les apetezca venirse, ya sabéis los recuerdos tienen la mala costumbre de no pedir permiso y aparecer sin más. Solo diré que fue un buen año, casi de los mejores de mi vida me atrevería a decir. Prefiero pensar en el futuro, en el nuevo año... y en todos los que vendrán. Prefiero pensar en eso porque de momento son todo sueños por los que hay que luchar y no hay nada escrito y puede ocurrir cualquier cosa... cualquier cosa. Es maravilloso. Solo espero que la vida me sorprenda y espero llegar a ser feliz, y espero que todos encontréis eso que os haga feliz. Recordad que para eso tenéis que salir a buscarlo. 
Son casi cuatro años con este blog, y ni si quiera puedo recordar o imaginar la de cosas que habré escrito. Algunas reales y otras ficticias pero agradezco a toda la gente que alguna vez me ha leído, de verdad. 

Soñad, y atreveos a hacer esos sueños realidad. Lo demás no importa, en absoluto.