- ¿Podemos hablar?
- Tengo prisa... ¿qué quieres?
- A ti.
- ¿Qué?
- Mira, somos amigos de toda la vida y he compartido muchos momentos contigo, pero nunca he sido capaz de mirarte a la cara y decirte que te quiero. He estado con un montón de chicas, buscaba alguna que me hiciera sentir algo parecido a lo que siento cuando estoy contigo, pero no lo he conseguido. Me he pasado semanas enteras evitándote para ver si solo era una tonta obsesión, pero no, no puedo vivir sin ti y punto. Y me he cansado de hacer el imbécil. Puede que al cumplir ayer los veintisiete me diese cuenta de que no puedo seguir perdiendo el tiempo ocultando lo que siento por ti... tenía que arriesgarme, y aquí estoy.
- Yo... yo...
- No tienes que decir nada, piénsatelo. ¿Vale?
- ¡No! Espera... no te vayas.
- Dime...
- Quiero... que me beses. Por favor.