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26 de febrero de 2012

Ojalá.

Tengo miedo, miedo a que nunca me salgan las cosas bien, a quedar como una idiota y a que esté destinada a perder. Y a veces pienso que no me da la gana...  que alguna vez me tocará ganar a mi, que no quiero estar toda mi vida escondiendo mis sentimientos detrás de ese miedo. Pero otra veces pienso, ¿y si tiene que ser así? A lo mejor no puedo hacer nada, a lo mejor he nacido para quedarme de brazos cruzados mirando las estrellas. Pero... ¿qué burrada es esa? ¿De verdad es posible que alguien haya nacido para rendirse? No, no lo creo, y no quiero asumirlo. Es muy posible que haya mil cosas que no se puedan conseguir, que haya mil cosas que haya que dejar pasar pero, supongo, que no hay que rendirse nunca. Por eso de que si luchas puedes ganar, pero si no lo haces ya has perdido, por eso de que no existen las cosas imposibles. Todos los creemos eso alguna vez, y es fácil decirlo, es fácil sonreír y dejar claro que no hay que rendirse, pero lo complicado viene cuando toca luchar. Ahora es cuando toca ver quien realmente es valiente. ¿Sabes? Nunca me consideré una persona valiente. Pero puedo comprar valor vendiendo mi miedo en algún callejón oscuro de mí. ¿Eso se puede hacer? Ojalá. 


*(Creo que esa palabra podría describir mi estado de ánimo a la perfección, ojalá pudiera... ojalá fuera capaz... ojalá...)

23 de febrero de 2012

Reflexiones de una noche cualquiera.

Tendríamos que ser capaces de desconectar, de vez en cuando. Ser capaces de sentarnos debajo del sol o de las estrellas... o de la lluvia también, respirar hondo y olvidar por un momento todo. Todo. Miedos, recuerdos, sueños, deseos, palabras, besos. Dejar la mente en blanco y aclarar las ideas, la verdad es que no nos vendría nada mal poder dejar al resto del mundo de lado durante unos minutos. Pero no se puede, aunque lo intentes tu cabecita siempre estará pensando en algo o el alguien... Y ahí está el problema, que aparte de no poder dejar la mente en blanco hay veces que no somos capaces de cambiar nuestros pensamientos a otra cosa, no somos capaces de controlar nuestra mente, es demasiado complicado. Y... por mucho que quiero no me lo saco de la cabeza, y siempre vamos a lo mismo, lo sé, pero es lo que hay. Él. Aquí está, acomodado en mi mente... se ha traído un saco de dormir, creo que pretende quedarse mucho tiempo ahí... y ni si quiera todos los exámenes que he tenido han conseguido echarlo de mi cabeza. Absurdo, pero cierto.

20 de febrero de 2012

Porque si todo fuera fácil la vida sería aburrida.


- Dime, si pudieras pedir un deseo, cualquier cosa... ¿Qué pedirías?
- Tener la fuerza suficiente para luchar por él y para decirle lo que siento.
- ¿Y porque no le pides a él directamente?
- ¿Qué mérito tendría eso? Es más interesante si lucho por lo que quiero, el único problema es que no puedo hacerlo.
- Si quieres puedes.

18 de febrero de 2012

cacaomental.

Vale, no me entiendo ni a mi misma... pero tampoco sé si quiero entenderme, porque hay demasiadas cosas que sentir, demasiadas cosas que pensar, y poco tiempo para comprenderlas todas.


15 de febrero de 2012

un miércoles cualquiera

Sonó el despertador, lo apagué y encendí la luz, y miré al techo. Mierda. Siempre he odiado madrugar, y más en invierno. Hacia frío, y el maldito despertador había roto mi sueño, pero daba igual, ya volvería a soñar. Me levanté y me vestí, odiando mi rutina y maldiciendo mi día a día. Era una miércoles cualquiera, o por lo menos lo parecía. Pero hay cosas que no se pueden predecir, de hecho no creo que podamos saber lo que va a pasar nunca. La vida sorprende. Y lo hizo, sorprendió, el día fue normal... como todos los demás pero al salir de clase, cuando me dirigía a casa a comer, arrastrando los pies y con un día agotador guardado en el mochila en un segundo mi vida cambió, así sin más. Porque era inevitable, porque tenía que ocurrir. Y es que al ir distraída me choqué con alguien, él, el chico más maravilloso de este mundo, con la sonrisa más perfecta del mundo, con esos labios que dan ganas de besar, con esa mirada expresiva... todo él, era genial. Y así, sin más poco a poco se fue convirtiendo en la persona que más he querido en este mundo. No lo fue, no fue un miércoles cualquiera...

12 de febrero de 2012


- Vente conmigo por favor..
- Pero... ¿a dónde quieres que vayamos? 
- A hacer que lo imposible deje de serlo, a ser felices, a vivir la vida, a olvidarnos de todo y de todos.
- Genial, vamos.


wehearit.

8 de febrero de 2012



Puede que suene egoísta, la verdad es que lo es. Pero no soporto pasarme el día pensando en ti y saber que yo ni si quiera paso por tu mente un microsegundo, no lo creo. Me revienta deprimirme o estar triste por ti y saber que tú eres feliz, sé que debería de alegrarme que tú estés bien porque te quiero y todo eso, pero no me da la gana. Porque no me parece justo que no sientas lo mismo, no quiero sonréir como una idiota cada vez que te veo, ni sentir ese maldito escalofrío si sé que no causo lo mismo en ti. No quiero darle vueltas a cada palabra que me has dicho, porque sé que las has dicho sin pensar en lo que me harán sentir. Que no, joder, que no quiero quererte tanto si tú no me quieres igual. ¿De qué me sirve este amor si no es correspondido? Siempre la misma historia, estoy harta.

4 de febrero de 2012

Vendita locura contagiosa.


Joder... no es que el mundo esté loco, es que está completamente majareta. La gente vive a su puta bola, nadie piensa en los demás, y las personas que lo hacen nunca acaban bien. Yo que sé, ahora el ochenta por ciento de las personas se salta las leyes como le viene en gana, hay de todo, absolutamente de todo. Buenos y malos, tontos y listos, pero aquí nadie se libra de la locura, egocéntricos, arrogantes, zorras e hijos de puta los hay a patadas, y esos niñitos pijos y estúpidos tampoco faltan. Hoy en día cometer errores y arrepentirse después está de moda, lo de aprender de ellos es más complicado. ¿Te caes? Pues te levantas, a lo demás les importa una mierda. Y bueno, prefiero no hablar de lo de enamorarse, eso si que es una gilipollez. Porque vuelvo tonto a todo el mundo, da igual la edad o el sexo, si te enamoras... te volverás un completo inútil vagando por la vida. Y ¿sabes que es lo peor? Que a todo el mundo le encanta volverse estúpido. Me incluyo, por supuesto, y por eso escribo tantas cursiladas, y por eso vivo en las nubes, porque allí todo parece mejor. Porque joder, el mundo está completamente majareta.