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31 de marzo de 2011

En un futuro...

Cuando entré en aquella habitación una sensación de seguridad y melancolía me envolvió de pleno. Todas esas fotos colocadas sobre la mesa, todos esos recuerdos volando en el aire. Aquella vieja mecedora de madera oscura, aquella pequeña manta calentita. Esa había sido mi habitación desde los 2 hasta los 19 años y llevaba casi 10 sin ir a aquella casa. Me senté sobre la cama y no puede evitar recordar, me vi a mi misma de niña bailando y jugando por allí. Vi a todos mis amigos y amigas, todas mis locuras, mis ideas, mis besos y abrazos a gente que ni si quiera volví a ver, fotos, libros. Aquella no era solo mi antigua habitación, aquello eran todos mis recuerdos y mis sueños pasados. Me acerqué a la mesa y vi una a una todas las fotos, me quedaba mirando cada foto un buen rato, recordando cada momento. Recordando cada etapa de mi vida. Todos mis cumpleaños, juegos de guardería, tonterías de niñas pequeñas, muñequitas, la primera comunión, el instituto, los deberes, las tardes odiosas de estudios, la adolescencia, la primera borrachera, el primer novio, el primer beso, mi primera vez, la universidad, él, mi boda... todo. Sonreí, porque entonces, con 35 años, casada, con trabajo, un hijo de 2 años y la vida solucionada entendí todas las broncas y todos los consejos que me habían dado. Solo entonces entendí que hay que vivir al limite, que hay que aprender de los errores y que todavía me quedaban muchas cosas por vivir y que la vida es corta y el tiempo pasa deprisa, así que hay que luchar, y ser felices. Que después cuando pasen los años mires atrás y puedas recordar con orgullo cada una de tus locuras.


- La de la foto soy yo de pequeñita. Es una foto que me encanta.