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3 de noviembre de 2011

Lo que pasa por mi cabeza durante un largo silencio...

Silencio, odio los silencios incómodos.
Nunca sé a donde mirar ni que decir y menos si él está delante...
tengo la tentación de mirarle a él, y olvidarme de los demás... 
aunque en ese caso, también tengo la tentación de ir y darle un beso...
pero hablo de un beso de verdad, dejarle sin aliento y que todos nos miren sorprendidos...
tengo demasiadas tentaciones cuando está cerca...
también me gustaría agarrarle de la mano y tirar de él... 
correr...
¿a dónde? da igual, no importa...
me iría con él y punto...
Pero aquí estamos, todos, con todos me refiero a nuestros amigos...
somos siete colegas totalmente diferentes que se juntan a hacer gilipolleces, cuatro chicas y tres chicos...
dos de ellos son pareja... chica y chico. 
Después hay otros dos, chica y chico también, que acabarán juntos, están hechos el uno para el otro pero no se dan cuenta y se engañan a si mismos creando historias de amor absurdas con desconocidos de una noche.
Luego está la que queda con nosotros solo cuando se aburre, mejor dicho cuando no tiene un tío metido en su cama. 
Y luego estamos él y yo... estoy enamorada de él, pero no sé como decírselo...
todos los saben, todos menos él. 
Por esto odio el silencio, porque no puedo dejar de pensar, y pensar, y pensar.
Y escribir en este cuaderno que siempre conmigo y nunca enseño a nadie... 
No sé porqué hemos quedado, cada uno está a su bola... todos tenemos cosas en que pensar. Supongo.
Más silencio. Lo odio...
- Se acabó, no soporto este silencio.
Todos me miran y sonríen. Y él... entonces me doy cuenta de que es ahora o nunca, no sé porque... 
llevamos tres años siendo grandes amigos, los siete, y les miro a todos y veo que llevo demasiado tiempo ocultando lo que siento. Le miro y lo suelto.
- Os quiero, os quiero muchísimo a todos, sois los mejores amigos que podría tener. Pero a ti no te quiero de ese modo... y estoy harta de ocultarlo, de aguantarme las ganas de besarte cada vez que estamos juntos y de tener que hacer como si nada. 
Cojo mis cosas y me voy...
quiero que venga detrás mío, pero no creo que lo haga...
tampoco sé que le diría en ese caso.
He visto las sonrisas de los demás cuando lo he soltado. Como si llevasen esperando todo este tiempo para que hiciese algo así...
puede que por eso formaban esos silencios...
- Yo también.
Miro para atrás, ahí está...
se acerca...
al final no ha hecho falta que diga nada...
me ha besado, se acabó, ahora sé lo que es de verdad estar flotando.
Y sé que los silencios me obligan a hacer cosas que cambian mi vida...

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Hoy ha tocado cambio, me refiero al look de mi blog.. y para inaugurarlo he escrito esta tontería de texto, he ido escribiendo todo lo que se ha pasado por mi cabeza en el momento, así sin más.