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31 de mayo de 2011

Miedo a crecer...

Le acojonaba la idea de tener que decidir su futuro, no quería crecer. Le gustaba ser joven y vivir la vida... cometer locuras y saltarse las reglas por que sí. No quería convertirse en otro trabajador amargado de esta puta sociedad, de esos que no disfrutan a tope cada momento como hacía él. 
Se acababa lo de fumarse un cigarrillo a escondidas en el balcón de su casa, se acabó lo de llegar borracho a casa por la mañana y meterse en la cama antes de que sus padres se levantasen a desayunar. No, él no quería ser de los que se levantan a las 8 de la mañana y desayunan tostadas con mermelada... ni de coña. Él quería seguir levantándose a las 2 de la tarde y comerse un plato de macarrones, o pizza que había sobrado de la noche anterior.
No quería tener que coger su coche todas las mañanas para ir a trabajar, quería seguir cogiendo su moto a toda velocidad y llegar tarde a todas las clases, o directamente saltárselas como si nada. Quería seguir siendo él mismo sin miedo a lo que el resto del mundo pensase de él, quería seguir haciendo lo que le venía en gana sin importarle lo que podía perder con cada gilipollez. Adoraba su vida de joven rebelde y punto. Le mataba la idea de verse atado a una chica, a una casa, a un trabajo, a una rutina... Él quería seguir follándose a una cada noche, quería seguir viviendo de sus padres sin mover ni un puto dedo, quería que cada día fuese diferente.
Tenía miedo a crecer, a que todas los momentos que vivía se perdieran para siempre, tenía miedo de no volver a ser el mismo nunca más y de convertirse en alguien como la gente que siempre había odiado, un hombre de negocios como su padre... un hombre arrogante, ocupado y serio sin tiempo para divertirse. Es triste pero no quería convertirse en alguien así... no quería ser un adulto decente, no. 
Tenía miedo a crecer...

30 de mayo de 2011

A veces pequeñas tonterías, pequeños gestos que se hacen en un minuto pueden cambiarte la vida para siempre. Si ella no hubiese dejado de mirar por la ventana no habría visto al chico que estaba sentado en frente, si aquella canción que estaba escuchando él no se hubiese acabado no se hubiese dado cuenta de que la chica morena que le estaba mirando era preciosa. ¿Y si no se hubieran sonreído? ¿Y si él no hubiese decidido lanzarse y no le hubiese preguntado su nombre? Probablemente si todas esas cosas hubieses sido diferentes ahora no estarían juntos, si cualquier cosa de esas hubiese sido diferente hace 3 años ahora no estarían a punto de casarse, no se querrían tanto... no serían tan felices. Recuerda siempre que la vida sorprende y que en cualquier momento, cualquier cosa puede hacer que todo cambie para siempre... 

23 de mayo de 2011

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La felicidad es darse cuenta de que nada es demasiado importante.


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19 de mayo de 2011

A veces pienso que...

LOS MOMENTOS BUENOS SIEMPRE SE ACABAN PERO NO SE OLVIDAN, LOS MALOS SE OLVIDAN PERO NUNCA SE ACABAN.

17 de mayo de 2011

Sentimientos escritos y olvidados cerca de una cuneta.

Odio tener tanto tiempo para pensar, tenía sueño y cerré los ojos pero no conseguía dormirme porque su puta imagen venía a mi cabeza como un salvapantallas automático, su sonrisa daba vueltas en mis pensamientos golpeando cada recuerdo. El sol calentaba mi cara, la música sonaba en mis oídos... Melendi canta Canción de amor caducada, me gusta esa canción. Sentía el rumrum del motor, me sentía bien por dentro, la ventanilla estaba bajada y el aire hacía que mi pelo bailase al son del tiempo, como en esas películas americanas en las que todo parece maravilloso. Respiraba paz y olía a naturaleza, árboles que pasaban rápido... Seguía pensando en él, en todos los momentos que le he tenido cerca, pensaba en las cosas imposibles que me gustaría que pasaran, en todas las cosas que le diría si tuviera la valentía necesaria, pensaba en todo lo que ha cambiado mi vida, y en todo lo que me gustaría que cambiase... y como si algún día fuera a decírselo o algo así saqué un cuaderno y un bolígrafo de la mochila que tenía entre las rodillas y aunque me mareé un poco empecé a escribir...


"Le he dado demasiadas vueltas a esto, he pensado mil formas de decírtelo... millones en realidad. Me he vuelto loca imaginando todas las cosas que me podrías contestar y creo que ya es hora de dejarme tonterías. Seré clara, breve, iré al grano... te quiero, sí y no como a un amigo, no... ojalá fuera así pero va a ser que no, lo siento. Sé que no voy a recibir una preciosa carta de color rosa respondiendo que tú también estás loquito por mi pero de todas formas quiero que sepas que yo si que lo estoy por ti, totalmente loca por ti pero en fin, ¿que se le va a hacer? Lo dicho, que te quiero."


Después de escribirla, arranqué la página del cuaderno, la doble por la mitad 3 veces y la tiré por la ventana lejos... no sé donde cayó, no sé que pasó con aquella carta, no sé si alguien la encontró después y se preguntaría quien la había escrito y para quien... una carta sin nombres, sin fechas, sin direcciones, nada. Solo eran sentimientos escritos y olvidados cerca de una cuneta y lejos de cualquier lugar. Soñé que él la encontraba y me venía a buscar y que sin decir absolutamente nada me besaba y me llevaba a lugar exacto donde encontró la carta... soñé que nos sentábamos allí juntos mirando al cielo y deseando que el tiempo se parara ahí, justo ahí.. pero solo lo soñé porque nunca pasó nada parecido, no encontró la carta, seguramente nadie la haya encontrado todavía y seguramente nadie la encontrará jamás... son solo tonterías.

13 de mayo de 2011

Te quiero.

Hoy en día se utilizan demasiado estas dos palabras, parece que empiezan a perder importancia, no se valoran tanto como deberían... te quiero. Dos palabras que pueden cambiarte la vida para siempre, estas dos palabras pueden hacerte la persona más feliz de este mundo o incluso todo lo contrario... Querer a alguien implica demasiadas cosas como para ir diciéndoselo a cualquiera, querer a alguien es algo bonito, fuerte, intenso... Dios mío todos los te quiero que habré soltado sin ton ni son, todos los te quiero que habré dicho sin pensar, sin sentir y todos los te quiero que me habré guardado para mi, deseando poder decirlos de verdad... sintiéndolos de verdad. Joder... que difícil es decirlo a veces ¿verdad? La de cosas que pueden hacer sentir dos palabras, la de cosas que se te pueden pasar por la cabeza, recuerdos, deseos y todo esto por dos simples palabras a las que muchas veces ni si quiera les damos importancia. Te quiero...

10 de mayo de 2011

Alguien dijo:

Todo el mundo trata de realizar algo grande, sin darse cuenta de que la vida se compone de cosas pequeñas.


8 de mayo de 2011

Alguien como... tú.

No lo entiendo. Es como si realmente mi vida fuera a ser así para siempre, como si las cosas que quiero nunca fueran a pasar. Como que mis sueños no se van a hacer realidad y mis deseos se fueran a quedar en el olvido de quien no quiso escucharme. A veces pienso que nunca tendré la valentía suficiente para hacer lo que quiero hacer, para vivir como quiero vivir... Y ahora mismo no estoy bien, estoy cansada y aburrida de mi vida y es como si nadie me entendiera, como si nadie quisiera entenderme. Vivo una decepción tras otra en cuanto a mí misma y a mis propósitos. Sigo despertándome cada mañana pensado que ese día será especial, será el día magnífico que tanto tiempo llevo esperando, y la verdad, no lo negaré... he vivido muchos momentos geniales y un tanto especiales y hay noches que me acuesto realmente feliz y satisfecha con mi vida pero también me he llevado demasiadas decepciones, también se han roto demasiados sueños, mi esperanza se está agotando y cada vez quedan menos sonrisas y suspiros para regalar. Cada vez lloro más por tonterías y siempre me rindo demasiado pronto. Y creo que necesito algo que me haga cambiar de idea, algo que me haga reaccionar y que me demuestre todo lo que tengo en mi vida. Algo o alguien como... tú.

7 de mayo de 2011

Una mirada.

Una mirada puede esconder muchas cosas. Una mirada puede hablar por ti, puede enseñarle a los demás lo que realmente sientes... Con una mirada puedes demostrar quien eres realmente y puede abrirles a los demás un mundo dentro de ti. 
Si no te atreves a decirle algo, si no eres capaz de expresarle lo que sientes, si quieres demostrarle quien eres y quieres abrirle tu mundo solo tienes que mirarle a los ojos y esperar a que vuestras miradas hablen entre ellas.

4 de mayo de 2011

Dos habitaciones diferentes.

Olía a esmalte de uñas y a colonia barata de esas muestras que regalan con las revistas, zapatos tirados por el suelo, y un móvil sonando encima de una mesita de noche de madera oscura. Ropa encima de la cama y una imagen reflejada en el espejo feliz. Salió corriendo a coger el teléfono, miró la pantalla. Era él.
- ¿Sí?
- Lidia se acabó.
- ¿Qué?
- Es mejor que te olvides de mi, de verdad.
- Pero... ¿por qué me dices eso? ¿Qué pasa? Yo... yo... no entiendo nada. Te quiero...
- Adiós Lidia, se acabó...
Y colgó, sin dar explicaciones, con ese pitido se acabaron muchas más cosas que una llamada. Se acabó todos esos meses juntos, todas esas citas. Se rompieron millones de sueños, de deseos,de momentos, ilusiones. De repente aquella tarde probándose toda esa ropa y esos zapatos, maquillándose y preparándose pareció la tarde más tonta y desperdiciada del mundo. Se arrancó el vestido y se metió en la cama. Lloró, su cara acabó negra del maquillaje pero le daba igual, todo le daba exactamente igual. Lo que ella no sabía es que al otro lado del teléfono había un chico más triste que ella todavía, en otra cama diferente, llorando también amargamente. Con unas palabras retumbando en su cabeza, las palabras que aquel chico le dijo mientras le apretaba fuerte el cuello. Se lo acarició todavía le dolía, y volvió a llorar... "No sé como lo harás, pero si no quieres que sufra no te vuelvas a acercar a ella. Soy capaz de cualquier cosa para conseguir que no esté contigo, no te la mereces" No te la mereces le dijo, no te la mereces... Pero la quería, la quería y la quiere, como a nada en este mundo y ahora la ha hecho sufrir, desearía correr hasta su casa y abrazarla, eternamente. Dos casas diferentes, dos habitaciones diferentes, dos camas diferentes, dos personas diferentes, pero el mismo sufrimiento y el mismo amor por la otra persona, y lágrimas, y más lágrimas. Te quieros susurrados al viento que se pierden entre olores y sueños rotos...