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13 de noviembre de 2012

Lo que pase a partir de este momento solo lo puedes cambiar tú. Es el resto de tu vida, y es tuya... puedes compartirla con quien te de la gana, pero siempre será tuya y podrás hacer con ella lo que quieras. Y eres capaz, creételo.

No, ni yo ni mi hermano somos normales. Aquí está la prueba.

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