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30 de septiembre de 2013

"Maldita droga" dijo, pero no se refería a las rayas de coca, ni a las putas pastillas, ni a los porros, ni si quiera ser refería al tabaco o al alcohol. "Maldita droga" dijo, refiriéndose a su sonrisa, a los besos furtivos, a las noches de sexo improvisado, a las canciones que gritaba mientras se duchaba en su piso, a sus putos ojos hipnotizadores, a sus brazos musculosos y a los buenos momentos que hacían olvidar los malos. "Maldita droga" dijo, cuando pensaba en lo que enganchada que vivía a él, porque sabía exactamente qué decir en cada momento para hacerla sentir mejor. En definitiva, era como una droga e igual que la droga... cuando faltaba le hacía sufrir, y al igual que la droga costaba conseguir algo de él, y al igual que la droga la destrozaba por dentro, porque llega un momento en el que las cosas malas y la desesperación ganan a los buenos ratos. "Maldita droga" fue, lo último que dijo. 


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