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29 de enero de 2012

Así de simple.


Es como si de repente todas y cada una de las palabras que me diriges tuviesen más importancia que las de cualquier otra persona, como si tu nombre se hubiese calcado en mi mente, como si me hubiese vuelto adicta a cada movimiento que haces, a tu sonrisa y a ti... Y es que de repente siento que mi felicidad depende de ti, tú decides si yo estoy feliz o triste y no es justo. Siento que te necesito, como si me complementaras... y no quiero que sea así, pero los latidos de mi corazón son proporcionales a las distancia en que te encuentres, si estás cerca son como un millón de caballos salvajes galopando en un campo enorme pero si estás lejos son lentos... como una tortuga marina recién nacida que va en busca del agua en mitad de una playa vacía. Y resulta que también empiezo a soltar gilipolleces, de pronto parezco una experta en documentales de animales y parece que entiendo mis sentimientos, pero no tengo ni idea, nunca he sabido descifrar mi mundo mental y sentimental, creo que serías el único que podría hacer algo así. Eres tú... siempre eres tú, apareces en mi mente con cada canción de amor que escucho, con cada película romántica que veo, con cada frase que oigo, con cada... ¿a quien quiero engañar? apareces en mi mente durante todo el santo día, sin necesidad de escusa. A lo mejor no es tan complicado de entender, a lo mejor te quiero y ya está.

2 comentarios:

  1. Y bueno, eso pasa cuando te das cuenta que querés a alguien de verdad! No te la podés sacar de la cabeza. Ya es parte de vos, de tu cabeza, relacionas todo con esa persona, pensás qué estará haciendo... etc. Y bueno, tu estado de ánimo depende de esa persona, es dueña de tu consciencia practicamente!
    Bueno, hermoso lo que escribiste, te mando saludos!

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Gracias por dar una vuelta a mi mundo. Cada una de vuestras palabras será bienvenida.