Venga, en serio, pararos a pensar por un momento. Se acaba el año. Ya, y no sé a vosotros pero a mí no me ha dado tiempo a nada. Ha sido como un abrir y cerrar de ojos, cada vez los años son suspiros más cortos. Espero que el dos mil trece traiga buenos momentos. Dentro de tres meses cumplo dieciocho años, yo, mayor de edad... Es todo demasiado complicado de asumir, no entiendo como el tiempo puedo volar tan deprisa y lo peor es que la gente no parece inmutarse. Deseaba que el dos mil doce fuera increíble, perfecto, y ya se está acabando. No he cumplido absolutamente ninguna expectativa de las que tenía para este año y ya tengo que pensar otras para el que viene. La gente se vuelve loca prometiendo cosas y deseando otro montón de tonterías, nadie es realista en estas fechas. Ahora todo es magia e ilusión, la realidad va viniendo durante el año. Y yo lo único que quiero es que me sorprenda, y en eso si que tengo que admirar el dos mil doce, porque a logrado sorprenderme, supongo.
Así que todo lo que tenía pensado hacer o decir en el dos mil doce ya puedo aplazarlo para el dos mil trece. Quiero hacerme más valiente, vivir momentos de extrema felicidad... sí, de esos también he tenido este año. Quiero llorar para después sentirme bien, relajada; como he hecho durante toda mi vida. Tampoco quiero que cambien tantas cosas, en realidad no soporto la expresión de 'año nuevo, vida nueva', ¿vida nueva? ¿en serio? Menuda gilipollez, nadie cambia de vida, somos demasiado cómodos para semejante barbaridad. Hay demasiadas cosas que me atan a mi vida de ahora, yo no quiero otra vida, quiero seguir viviendo mi vida pero mejorada. Mejorada en el sentido de que mis sueños, por una puta vez, se hagan realidad... alguno que otro, y quiero meterme en la cama el noventa por ciento de los días del dos mil trece y pensar: 'joder, que feliz soy'. También tengo ese maldito derecho, aunque parezca sorprendente.
Y ese es mi único y real propósito para este nuevo año, ser absolutamente feliz. A quien no le guste, que no mire... a los demás: feliz año. Os deseo lo mejor.
31 de diciembre de 2012
28 de diciembre de 2012
luchar, es complicado
"¿Te das cuenta?" dijo, serio, demasiado serio para lo que acostumbraba. "Te has pasado toda tu puta vida soñando y no eres capaz de luchar por tus sueños." La miró casi enfadado y apunto de gritar. Pero en el fondo sabía que no serviría de nada, que ella se quedaría allí, quieta. Mirando por la ventana sin contestar, como hacía siempre. Soñando pero sin luchar. Soñaba con salir ahí fuera y cantar delante de todo el mundo, adoraba cantar pero nunca lo había hecho delante de nadie. Soñaba con él, con estar con él pero no era capaz de decírselo. Y no dijo nada más, simplemente se quedó callada. "¿No vas a decirme nada no?" siguió diciendo él. "Sólo te diré que algún día te arrepentirás, eres preciosa, y te he oído cantar a escondidas... ¿sabes? creo que tu voz suena como la de un ángel, que si salieses hay fuera y demostrases lo que vales todo el mundo te querría. Brillas pequeña, pero no te dejas ver, te escondes entre estas cuatro paredes y esas ropas oscuras. Algún día reaccionarás, lo sé. Solo deseo que no sea demasiado tarde... porque el mundo se cansará de esperarte, y yo también." Se dio la vuelta y se marchó, dejándola ahí sola... cuando le oyó salir por la puerta ella por fin dijo algo, algo que nadie podría oír, solo esas cuatro paredes en las que se encerraba: "Lo haré... por ti, te lo prometo."
Pero esta historia no cuenta el final... así que nunca sabréis si luchó o no, y yo... tampoco. Por que eso se queda guardado en mi imaginación, como otras muchas cosas.
Pero esta historia no cuenta el final... así que nunca sabréis si luchó o no, y yo... tampoco. Por que eso se queda guardado en mi imaginación, como otras muchas cosas.
26 de diciembre de 2012
Lágrimas desordenadas.
"Está será nuestra canción" dijo sonriente, la primera vez que la escucharon juntos, a solas mientras la luna les observaba quererse, quererse con locura. Y ahora ella está sola, y esa maldita canción le hace daño, porque él no está abrazándola, cantándosela al oído. Maldita canción que un día fue perfecta, ahora es odiosa... odiosamente perfecta, sin él.
23 de diciembre de 2012
¿La navidad está sobre-valorada?
Yo siempre he sido de las que amaba la navidad, lo de juntarse con la familia, los regalos, el turrón y el frío en la calle. Pero cada vez, con los años eso del espíritu navideño se me ha ido desgastando. Y creo que no soy a la única que le pasa lo mismo, cuando eres pequeña e ingenua, cuando te crees todas las fantasías que te cuentas la navidad es mágica, porque te han contado que es mágica pero en cuanto descubres que esa magia es falsa toda esta fiesta pierde la gracia porque te toca ser de los mayores, de los que compran los regalos. No nos engañemos, en navidad hay dos grupos de personas: los que reciben los regalos y se emocionan y les parece todo genial y los que tienen que comprarlo todo y lo único que hacen es quejarse. Quejarse por el dinero que se gastan en estas fiestas, sobre todo ahora en tiempos de crisis, quejarse por los kilos que se engordan al comer tanto, quejarse porque hay mucho tráfico en los viajes, quejarse por todo. Claro que es mucho mejor ser del primer grupo, pero eso solo está permitido cuando eres un niño, solo está permitido hasta una determinada edad. Ya no hace ilusión ni poner el árbol, ¿para qué? No sé, es la primera navidad en la que no estoy ni un poquito emocionada. Es para mi como cualquier semana del año, y ya está.
Pero de todas formas, FELICES FIESTAS, disfrutad.
15 de diciembre de 2012
- Llevaba toda la vida esperando algo así, y de repente apareció... fue como algo mágico.
- La magia no existe.
- Lo sé, pero es más bonito pensar que si.
- ¿Sabes? Desde que te has enamorado estás demasiado cursi.
- Porque la vida parece más hermosa cuando tu corazón está ocupado.
- Lo que yo decía.
- Ya lo entenderás...
- No, si ya lo entiendo.
10 de diciembre de 2012
Cierra los ojos pequeña, ciérralos y sueña.
Sueña con todo lo que te gustaría que pasase en estos momentos, un sinfín de posibilidades, imagina que no hay nada que no pueda pasar.
Cierra los ojos pequeña, ciérralos y sueña.
Sueña que todas las cosas malas que te hacen sentir mal desaparecen de este mundo, para siempre.
Cierra los ojos pequeña, ciérralos y sueña.
Después ábrelos pequeña, y sal a luchar por que todo lo que has soñado se haga realidad.
Lucha.
Búho, buena suerte. |
1 de diciembre de 2012
Diciembre da que pensar, ¿verdad? Es el último mes del año y es cuando te planteas si todo lo que has hecho en él te ha servido de algo o no. Empiezas a arrepentirte de momentos y a alegrarte por otros, piensas en las cosas que han cambiado durante ese año y acabas sorprendiendote de todo lo que puede cambiar tu vida en tan solo 12 meses, porque cambia sí, y mucho. Joder, yo creo que he crecido y madurado bastante, he cambiado aunque tampoco sé si sentirme bien o mal por ello. El caso es que dicen que en unos 20 días el mundo se acabará, ¿y si fuera verdad? Resulta absurdo pensarlo, pero imaginar que en poco más de dos semanas todo lo que conocemos se acaba, nos quedaríamos con un montón de cosas sin hacer y eso es demasiado triste para mi. Supongo que es mejor no pensarlo demasiado. Y, por el contrario, si eso que dicen es de verdad una tontería la vida seguirá y dentro de nada llegará un nuevo año, con nuevos deseos y propósitos que, como casi todos los años, terminarán por olvidarse o no cumplirse. Que todavía soy joven para decir esto, pero poco a poco me voy dando cuenta de como funciona la vida y nunca es como nos esperamos que sea. No tiene sentido darle demasiadas vueltas a todo, al final pasará lo que tenga que pasar... cuando tenga que pasar. Este año, el siguiente o dentro de diez.
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